Libro. Nunca, cuando se coló en el camerino del artista en la primavera de 2019, Simon Shuster se habría imaginado escribiendo un libro sobre Volodymyr Zelensky. De origen ruso-ucraniano, el periodista de revista Tiempoque lleva diez años vagando del este al oeste de Ucrania, como antes de Rusia, confiesa en las primeras líneas de las 480 páginas de el showman (Harper Collins, 21,90 euros) – curiosamente traducido en Francia como Venceremos. La obra está dedicada a uno de los hombres más observados del planeta. El periodista se reunió con Zelensky “entre bastidores” ese día, durante uno de los “shows” de la campaña presidencial, ya que el candidato del partido Siervo del Pueblo no celebró reuniones. Fue la primera de una larga serie de entrevistas que aportan el sabor de esta formidable investigación biográfica.
Conocemos la historia, nada trivial: en 2019, para defender su poder adquisitivo y sus intereses frente a los oligarcas y la clase dominante, los ucranianos eligen al candidato que mejor conocen: un actor que ocupa el cargo desde hace años en sus veladas televisivas. Pero, el 24 de febrero de 2022, la hoja de ruta cambia: el joven presidente debe hacer la guerra. Sobre sus hombros descansa –nada menos– el destino y la supervivencia de su país invadido por la Rusia de Vladimir Putin.
Rechazo a las críticas y necesidad de “ser aplaudidos”
Shuster sigue la comprensión de este niño que creció en un pueblo de habla rusa y que de repente comprende que la famosa identidad ucraniana está en peligro. Embarcado en el búnker, conociendo tanto al poderoso “número dos” de la calle Bankova, Andriy Yermack, como a los generales en jefe de los sucesivos ejércitos, el periodista explora este vértigo, demostrando al mismo tiempo el gran y constante coraje de Zelensky, su capacidad de trabajo (él era el firme jefe de una floreciente productora), sino también su negativa a recibir críticas o su necesidad “para ser aplaudido”. Su exjefe de gabinete en tiempos de paz, Andrii Bohdan, impidió que el presidente leyera las redes sociales por este motivo.
El primer mes de la invasión se describe hora tras hora. Noches de insomnio. La hospitalidad ofrecida al matrimonio Zelensky por tantos gobiernos europeos (incluido Emmanuel Macron). Los consejos de Joe Biden del ex gobierno exiliado en Polonia. “Ya tuve suficiente (…) Es muy grosero…”, se enfada un día delante del periodista americano. Shuster también se confiesa ante Olena Zelenska, la esposa de Zelensky durante más de veinte años. Sólo parece haber mostrado enfado cuando su marido se declaró candidato. Nos enteramos de paso de que fue Brigitte Macron, en junio de 2019, quien asesoró a la nueva primera dama ucraniana sobre su “estatus”.
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