“Cada vez que vuelvo siempre hay más gente”, se alegró Jordan Bardella, ante una audiencia de activistas, el jueves 7 de diciembre, durante una reunión pública celebrada en un hotel de Gosier, Guadalupe. De visita en las Antillas desde el martes, en el marco de la campaña para las elecciones europeas de junio de 2024, el presidente de la Agrupación Nacional (RN) vino a movilizar sus tropas en un territorio que considera “una tierra de futuro para las ideas” de su partido.
Incluso si, a nivel local, la clave de las elecciones sigue siendo la abstención. Es lo mismo “nuestro principal adversario”, advirtió André Rougé, eurodiputado y delegado nacional en el extranjero del partido de extrema derecha. En las Indias Occidentales, se acercó al 85% en las últimas elecciones europeas, en 2019, situándose aún en lo más alto de la lista de RN. Mismo escenario durante las últimas elecciones presidenciales de 2022: Martinica dio el 60,8% de los votos a Marine Le Pen durante la segunda vuelta, cuando Guadalupe le dio su mejor resultado, con el 69,6%.
Durante la campaña presidencial, en marzo de 2022, Marine Le Pen sufrió un coro de escándalos en este departamento y vio la grabación de una entrevista interrumpida en su hotel por movimientos nacionalistas. Hace mucho tiempo, en 1987, su padre ni siquiera pudo poner un pie en suelo antillano, impedido por un movimiento popular, indignado por la presencia de un partido de extrema derecha.
“Aquí estamos en casa”
“¡Imagínense hasta dónde hemos llegado! »exclamó el líder de la RN durante su discurso. “A quienes nos dijeron que no éramos bienvenidos, les recordamos que aquí estamos en casa”, añadió. Referencia a las distintas notas de prensa enviadas durante la jornada por varias organizaciones de opositores políticos, como el Partido Socialista (PS) o incluso partidos y agrupaciones del movimiento autonomista e independentista. Este último criticó “ (L’)ideología racista y xenófoba » del RN, cuando el PS cuestiona su discurso social, considerando que las posiciones del partido en el Parlamento francés y europeo dicen lo contrario. Para ellos, el hecho de que las reuniones del Sr. Bardella hayan sido organizadas un tanto a escondidas demuestra que el presidente de la RN no fue bienvenido.
De hecho, la visita se realiza con discreción. “No hubo necesidad de movilizar a los activistas a mitad de semana para una bienvenida en el aeropuerto”, justifica Rody Tolassy, cabeza de cartel de la RN guadalupeña, encogiéndose de hombros. El programa de la estancia, sin ocultarse, se circunscribió tímidamente a círculos privilegiados. No hubo grandes reuniones con la población en diversos paseos, sólo reuniones con activistas para recordarles la necesidad de ganarse a los votantes.
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