A la quinta fue la vencida. El Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano de poder de la organización internacional, aprobó por fin este miércoles una resolución humanitaria sobre el conflicto en Gaza, después de que las anteriores propuestas fueran derribadas por el derecho a veto de alguno de los cinco miembros permanentes (EE.UU. Rusia, China, Francia y Reino Unido).
El texto fue impulsado por Malta, miembro temporal del Consejo, y exigía el establecimiento de «pausas humanitarias urgentes y prolongadas y corredores en la Franja de Gaza durante un número suficiente de días que permitan, de acuerdo con el derecho humanitario internacional, el acceso humanitario completo, rápido, seguro y sin trabas de ayuda a las agencias de Naciones Unidas y a sus socios». También exige la «liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos por Hamás y otros grupos, especialmente los niños».
Era un texto diluido de las referencias incluidas en anteriores propuestas y que impedían su aprobación. No contiene condenas expresas ni a los ataques terroristas de Hamás ni a la respuesta militar de Israel, ni exige un alto el fuego al Gobierno de Benjamin Netanyahu.
De los quince miembros del Consejo, doce votaron a favor, mientras que EE.UU., Reino Unido y Rusia se abstuvieron.
Al comienzo de la sesión, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, buscó añadir al texto una exigencia de tregua permanente, que fue vetada por la delegación estadounidense.
Israel, que recibió la resolución en medio de negociaciones con Hamás para la liberación de decenas de rehenes, reclamó que se cumpla primero de todo con la exigencia de la liberación de rehenes. «No hay lugar para pausas humanitarias prolongadas mientras 239 rehenes sigan en manos de los terroristas de Hamás», dijo en un comunicado su Ministerio de Asuntos Exteriores.
El embajador de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, se congratuló por el hecho de que el Consejo «esté finalmente actuando», pero defendió que es insuficiente y reclamó un alto el fuego y la condena de la muerte en Gaza de civiles y de trabajadores de organizaciones humanitarias.