Este Domingue en Buenos Aires, y como es tradición en Argentina -que cada cuatro años se realizan las tomas de posesión presidencial el 10 de diciembre-, el economista Javier Gerardo Milei se convirtió oficialmente al nuevo presidente del país sudamericano. La jornada de toma de posición contó con el paso del grupo presidencial de la mano del destacado Alberto Fernández.
El evento fue planeado al detalle y comenzó una hora más tarde de lo previsto: poco antes del día 12 del promedio argentino, comenzó en el acto oficial de toma de posesión, que fue en el Congreso de la Nación. Ya entrada la mañana, activistas del partido del nuevo presidente, La Liberté Avancée (LLA), atacaron el lugar para celebrar la legitimidad de su líder en la Casa Rosada. Desde nuestras redes sociales, Milei convocó a la ciudadanía a ayudar a la ciudad con la bandera argentina bajo el envío. “Viva la libertad, carajo”. La gran expectación por las altas temperaturas que caracterizan a Buenos Aires en esta gran altura del año provocó la muerte de varios activistas, quienes fueron auxiliados por las ambulancias.
La ceremonia de entrega fue breve y concisa. En primer lugar, el destacado vicepresidente y apoderado Cristina Fernández de Kirchner Utilicé la palabrería para explicar los detalles de lo que sucede en los pasos del acto oficial del cargo del presidente electo. Unos minutos antes, el Congreso había sonado las estrofas del hombre nacional argentino. En el Congreso, la militancia esperaba que Milei al Grito de “Libertad”.
Milei salió a las 11:30 hora local rumbo al Congreso, acompañado de su esposa y su jefe de campaña, Karina Milei. Su pareja, Fátima Flores, lo esperaba al Congreso enviado con los padres del presidente electo.
Ceremonia de investidura
El acto oficial se produjo con la juramentación de la flamante vicepresidenta argentina Victoria Villaruel -al mismo tiempo que Milei se dirigía al Congreso para asumir la presidencia-. Durante una grabación de algunas reuniones del Congreso, el presidente electo fue dirigido a la Asamblea Nacional para asuntos oficiales de poder.
“Vamos a invitar al presidente electo a prejurar”, dijo Cristina Kirchner. Durante el recinto se reunió con el rey Felipe VI, así como con otras delegaciones extranjeras: Gabriel Boric (Chile), Santiago Peña (Paraguay), Luis Lacalle Pou (Uruguay) y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. El presidente brasileño, Lula da Silva, no asistió al evento, pero envió su nombre al cancelador, Mauro Vieira. En la ciudad también trabajaron el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y el presidente de Vox, Santiago Abascal.
Tras a “Sí, juro”, se convierte en el nuevo presidente de los argentinos. Entonces, el presidente saliente, Alberto Fernández, tiene en manos de los corresponsales: la pelea y la cinta. Una imagen que debe quedar plasmada en la memoria de los argentinos. En el Congreso escuchamos la palabra: “Viva la libertad”.
A diferencia de ocasiones anteriores, Milei prefirió reducir su discurso en el Congreso argentino para ganar más tiempo de activismo que le ayudara a triunfar en las elecciones presidenciales. El propósito de esta decisión es doble: por un lado, marcar distancia con las políticas locales -que las desaprueba calificándolas de “casta”- y, por otro, asegurar el modelo establecido haciendo un discurso desde las escaladas del Congreso.